0004-El orfismo

En Grecia esta situación, unida a la ruina de los pequeños agricultores, expulsados de sus tierras por la ejecución de sus hipotecas, incluso vendidos como esclavos por ello, y la confrontación con los comerciantes ultramarinos, navieros [1], y sus marineros, remeros [2], y estibadores de los puertos, que les apoyaban, hace de dicho ejército una exigencia de democracia, de sustituir el poder de la propiedad de la tierra por el poder del dinero, de la propiedad indefinida, por el voto censitario, o democracia burguesa, según su aportación en tributos, y, posteriormente, por el voto igualitario o democracia popular: es la revolución liberal-burguesa, 2.300 años antes que en Francia.

En este mundo agónico, cambiante, al borde mismo del abismo, los que se oponían al cambio y los que estaban dispuestos a forzarlo traerán nuevos argumentarios, preludios de un mundo distinto que se abre paso. Entre el -800 y el -600 los escritos hindúes Upanichads se refieren a un rey que se retira al monte para la meditación. Allí un sabio le habla del desprecio al cuerpo, maloliente, lleno de sangre, de orina, de heces, de flemas, lágrimas, legañas, mucosas, así como de la pasión, la ira, la ambición, el miedo, el hambre, la vejez, la enfermedad, la muerte, lo efímero de la vida, las grandes catástrofes, y la reencarnación eterna, el ilimitado retorno a semejante tormento, lo que impide la alegría. Es decir, es el antecedente del buddismo. Pero también es la repetición del poema épico sumerio Enuma Elich [3], en el cual el príncipe Gilgamech es aconsejado por su preceptor, Up-Napichtim [4], hasta que éste cae enfermo y se enfrenta a la muerte [5]. Por esta época se descubre el problema de la precesión de los equinoccios. Por cálculos matemáticos se demuestra que, a cada año, el sol va perdiendo posición en el círculo de constelaciones zoodiacales. Cada 2.150 años, aproximadamente, retrocedería una casa o templo.

Los griegos llamaron a cada uno de estos periodos Eón [6], que podría traducirse por Era. Así, entre el -4.300 y el -2.150 sería la Era de Aries, el cordero. Desde el -2.150 hasta el 1 [7] fue la Era de Taurus. Desde el 1 es la Era de Piscis. Y desde el 2.150 será la Era de Aquarius [8], el aguador, el que reparte el agua. Entre los siglos VIIº y VIº A.N.E. se extendieron por todo el Mediterráneo helénico los mitos del rapsoda Orfeo, que se supone anterior a la guerra de Troya. Para los órficos, de posible influencia tracia [9], dionisíaca, las almas transmigraban, se reencarnaban, incluso en animales, hasta encontrar el camino de los espíritus felices: la isla de los afortunados y los campos elíseos. Para ello era necesario el ascetismo, el vegetarianismo, e incuso la mística, utilizando el vino para entrar en trance, aceptando sacrificios dolorosos para asegurarse la vida eterna, la felicidad en la ultratumba, sólo para iniciados, en cultos mistéricos. Esta idea de la vida eterna influirá en Pitágoras y Empédocles, y, a su través, en la filosofía griega y cristiana. La figura simbólica del orfismo era “el buen pastor”, que libraba al ternero o al codero de las zarzas, lo curaba y lo llevaba sobre sus hombros, formando una cruz las espinas dorsales del animal y el hombre. Ya en el poeta-filósofo Hesíodo es patente el influjo orientalizante, tanto en su cosmogonía, innegablemente hitita, como en sus proverbios, que en las culturas sumeria, egipcia, babilonia, hebrea, hindú o china, se pueden insertar en la literatura sapiencial religiosa, pero que, en el descreído entorno griego, se asume como un influjo profano, eminentemente filosófico.


[1] Es el poder de la nueva talasocracia, o jerarquía de los navegantes.

[2] En griego timoratos.

[3] “Cuando una vez Allá en las Alturas”.

[4] El que construyó una inmensa arca o arcón, para proteger a una pareja de animales terrestres de cada especie, durante el “diluvio”, o doble lluvia, al abrirse, simultáneamente, las compuertas del cielo, en tormentas, y del abismo, en riadas, desbordamientos e inmensas olas marinas.

[5] Para salvarlo le recomienda que nade al fondo del mar y robe la flor (escritos posteriores se refieren a un fruto) de la salud y la vida eterna (mito semejante a la mandrágora griega) tras lo cual cae en un sopor producido por su aroma, que aprovecha la serpiente marina para llevársela de nuevo.

[6] Esta palabra se repite mucho en la versión griega de la Biblia, la más antigua que se conoce, copia de la depositada en la Biblioteca de Alejandría. Pero se la traduce mal al latín, como tantas otras, en “La Vulgata”. Así la frase “mi reino durará hasta el fin de este mundo”, o “hasta la consumación de los tiempos”, según traducciones más recientes, debería traducirse literalmente por hasta el fin de esta Era.

[7] En realidad debería ser hasta el cero, si los inventores del calendario cristiano hubiesen sabido bastante matemáticas.

[8] Para todos los astrólogos éste ha sido un signo zoodiacal revolucionario. Fundamentalmente el judío converso Michel de Nostradamus, profetiza que, tras atroces guerras, en las que caerán bolas de fuego del cielo, acabará este mundo, pero será sustituido por la Era de Acuario que, tras sucesivas revoluciones, traerá el reino de la paz y la felicidad humana. Marx analizó que se tardarían, como mínimo, 200 años, para que la Humanidad estuviese preparada para una revolución mundial. Si tomamos como referencia la publicación internacional del Manifiesto de la Liga de los Comunistas, Manifiesto de los Comunistas, cuando se disolvió la Liga, Manifiesto del Partido Comunista, desde tiempos de Lenin, o Manifiesto Comunista tras el repudio internacional del stalinismo, se cumplirían a partir del 2.050, aproximadamente. Si se toma como fecha la creación de la primera Asociación Internacional de los Trabajadores, sería unos treinta años después.

[9] En la actual Bulgaria, al este de Macedonia y al norte de Bizancio.

Leave a comment